sábado, agosto 29, 2009


Lo peor que te puedes encontrar en estos días es la gran cantidad de estímulos que el único fin que persiguen es hacerte caer en sus asquerosos engaños, en todas partes estamos llenos de luces que al tenerlas se desvanecen frente a tus ojos. Estamos acostumbrándonos a creer la mitad y con desconfianza, casi siempre todos los que nos regalan al final siempre terminamos pagando en términos casi exponenciales. A la vez me causa más desilusión la dicotomía que se produce, tendemos a desconfiar en lo que tal vez se nos presenta con honestidad sin embargo los que si quieren confundirnos la mayoría de las veces logran su cometido.
Al final la ingenuidad la terminas perdiéndola a golpes, este es el mundo tan apacible que nos quieren seguir vendiendo, tal vez ya no existan depredadores más peligrosos que esos que aparecen como iluminado y los ves como la última salvación.

Justificar a ambos lados
Solo un par de recomendaciones.
Confía solo en las personas que van a estar en las malas contigo.
Si alguien y algo no está dentro del selecto grupo anterior te regala, facilita u ofrece algo que a todas luces parece perfecto, terminarás perdiendo tu dinero, conciencia, cuerpo y/o alma (para lo más ingenuos)

1 comentario:

Crispin dijo...

Después de tanto tiempo me di el "trabajo" de leer esto. Últimamente he pensado mucho en como van las cosas del día a día proyectándose frente a nosotros, dándonos opciones, siempre hay que escoger entre actuar de una manera u otra, bien al final nunca podemos estar seguros de estar haciendo lo mejor pero si podemos tener la convicción de estar intentándolo con esmero. Tampoco podemos saber si las cosas resultarán todo el tiempo como esperamos, no podemos saber los resultados de nada, pero al final me doy cuenta que esa es la vida, sería fome si pudiéramos tener seguridad de todo! el caso es que no la podemos tener y ese es el gran desafío del diario vivir, el esperar que nuestras acciones nos traigan satisfacciones tanto a nosotros mismos como a nuestra constelación de personas significativas, creo que la fórmula consiste en actuar espontáneamente y sin intentar anteponerse a los hechos porque es eso lo que más nos detiene, solo hay que actuar siempre creyendo que las cosas van a resultar bien, lo harán si actuamos de buena voluntad y sinceramente. Ahora lo que apuntas con mucha razón es que naturalmente no se trata de ser así con todo el mundo, no podemos porque claro, siempre parece que la gente está dispuesta a salir con alguna weá rara, la excepción la hace la gente en quienes depositamos confianza, con quienes compartimos recíprocamente este sentimiento. La moraleja es clara "confía sólo en las personas que van a estar en las malas contigo" yo agregaría confiar en esas personas que a pesar de que las cosas salgan mal sabes que siempre de alguna u otra manera estarán ahí para retomar el rumbo. Cuando puedes abandonar todas esas precauciones que tienes con el resto del mundo y puedes simplemente ser tu entonces sabes que en ese alguien puedes confiar.